San Vicente Ferrer (1350-1419), el gran santo dominico valenciano, profesor y gran predicador y taumaturgo de la Europa del siglo XV, dejó, entres sus muchos escritos, algunos tratados de espiritualidad. El más conocido es el "Tratado de la vida espiritual", traducido a muchos idiomas, de enorme difusión e influencia desde el siglo XV. Aunque dirigido a un joven dominico de su tiempo, discÃpulo suyo, sus grandes lÃneas para la vida espiritual siguen teniendo la lozanÃa del primer dÃa para todo cristiano -seglar, sacerdote, religioso o religiosa- del siglo XXI.
Menos conocido es el "Tratado muy consolatorio sobre las tentaciones de la fe", pero no es menor su actualidad, ni sus direcciones son menos útiles para la vida espiritual de los cristianos de hoy. Como en todos los tiempos, también ahora "el justo vive de la fe".
El tercero, "De la vida de Cristo, representada en la misa solemne", es de perenne actualidad, como lo es la vida del Señor y su presencia viva en la EucaristÃa.
El autor, santo y sabio, es una enseñanza vida: con su propio testimonio y con su pluma.