En marzo de 2012 fue elegido el Papa Francisco en un Cónclave celebrado tras la renuncia de Benedicto XVI. Desde el comienzo, Francisco ha generado numerosos titulares de portada en los medios de comunicación. Sus declaraciones sorprenden y no dejan indiferente a nadie. Unos le aplauden su audacia, otros le critican. La mayoría considera que ha comenzado una nueva era en la Iglesia. ¿De dónde surge su desarmadora popularidad? ¿Cuáles son las claves para comprender a la persona detrás del mito?¿Hasta dónde llega su voluntad renovadora y dónde comienza el afán externo por convertirlo en un producto mediático a explotar? ¿Por qué ha decidido conducir la Iglesia con su particular estilo?¿Es posible que el líder religioso termine preso de sus propios gestos, de la superficialidad de los instantes magnificados al infinito por la efímera y todopoderosa imagen televisiva? ¿Realmente todo en él es casual, espontáneo, no programado? ¿O existe un diseño tácito, secreto, desconocido?¿Es acaso el papa de la ruptura, de la deconstrucción, del progresismo eclesial o en realidad se trata de un conservador, astuto animal político, objetivo ideal de sus detractores en Argentina
