«La persecución, entonces, da origen a una peculiar técnica de escritura y, con ello, a un peculiar tipo de literatura, en la cual la verdad acerca de todas las cosas fundamentales se presenta exclusivamente entre lÃneas. Esa literatura no se dirige a todos los lectores, sino sólo a aquellos que son confiables e inteligentes. Tiene todas las ventajas de la comunicación privada sin sufrir su mayor desventaja: llegar sólo a las relaciones del escritor. Disfruta de todas las ventajas de la comunicación pública sin padecer su mayor desventaja: la pena capital para el autor» (De La persecución y el arte de escribir).
Todos los ensayos reunidos en esta obra tratan sobre un único problema: la relación entre filosofÃa y polÃtica. AquÃ, Strauss plantea la tesis de que muchos filósofos, en especial los filósofos polÃticos, han reaccionado ante la amenaza de la persecución disimulando sus ideas más expuestas a controversia y más heterodoxas.
«Es una tesis [de Strauss] que pocos, si hubiera alguno, de los grandes libros de filosofÃa y de filosofÃa polÃtica [...] pueden simplemente "leerse", sin que importe con qué energÃa [...]. Tienen que ser estudiados, y de una manera especial, pues si son verdaderamente grandes es probable que su intención sea tanto ocultar como revelar. [...] La mayor parte de La persecución y el arte de escribir está dedicada a tres largos ensayos, sobre el "arte de leer" la GuÃa de perplejos de Maimónides, El cuzarà de Yehuda Halevi y el Tratado filosófico-polÃtico de Spinoza [...] [Estos ensayos] están tan Ãntimamente razonados, son tan brillantes en sus análisis de detalles de estilo y argumentación, que es imposible resumirlos con justicia» (Irving Kristol).
