Luis Eladio Pérez / DarÃo Arizmendi
«En la selva uno pierde la ilusión por los dÃas porque todos son exactamente iguales. No existe Navidad ni Año Nuevo. Las horas pasan lentamente, son eternas. De dÃa no vemos el sol, ni la luna por la noche. Por eso recuerdo la sensación tan intensa que experimenté la noche que intentaba huir con Ingrid Betancourt y en el rÃo vi el reflejo de una luna llena enorme, como una luz que nos iluminaba, y que nos hizo creer que atravesábamos una gran autopista, la autopista de la libertad».LUIS ELADIO PEREZInfierno verde narra el calvario de ser secuestrado por las FARC. El testimonio de los años que Luis Eladio Pérez pasó encadenado, enfermo, hambriento, desalentado. Los momentos de crisis que lo llevaron incluso a desear su propia muerte. Pero no sólo eso; acompañados de sus recuerdos, recorremos la vida cotidiana en la selva, en los campamentos, la pérdida de la dignidad, el maltrato, las humillaciones a las que era sometido constantemente, las largas y penosas marchas de hasta cuarenta dÃas por el corazón de una selva virgen y cruel.Compartió cautiverio con Ingrid Betancourt y ofrece un relato sincero de su arrolladora personalidad. De ella destaca su compañerismo, su entereza para afrontar el secuestro con dignidad y templanza. Una mujer con carácter que siempre defendió sus opiniones incluso delante de sus captores. Y nos describe algunos de los momentos más destacados de su relación con ella en la selva, su intento de fuga, sus conversaciones... Un testimonio dramático narrado desde la sinceridad y la honradez. La crónica de siete años de infierno verde. Un desafÃo a los propios lÃmites de la naturaleza humana, a la cordura. Con todo, en medio de la desesperanza y la soledad, del miedo, el dolor y la impotencia, los sueños imponen su dominio y perfilan los lÃmites de la marcha hacia la libertad.Multimedia: VÃdeo sobre el libroBetancourt: "Emocionalmente todavÃa estoy bastante frágil"ArtÃculos:El infierno según Ingrid, en El PaÃsMujer Lider, en GlamourIngrid Betancourt. Vuelta a la vida, en MÃa