«Me parec¡a a Brigitte Bardot y era la ahijada de Stravinsky.» As¡ se defin¡a Eve Babitz, musa del Los Angeles de los sesenta y setenta que con apenas treinta a?os publicó estas memorias dignas de una estrella de Hollywood. Fotógrafa y escritora, Babitz encarnó en su juventud una mezcla única entre la California más liberada y la élite cultural del momento. Jim Morrison le dedicó una canción, se dejó fotografiar jugando al ajedrez desnuda con Marcel Duchamp, presentó a Dal¡ y Frank Zappa, y contó entre sus amantes a Harrison Ford, Ed Ruscha o Steve Martin. Babitz define sus memorias como «novela confesional», pero lo que aqu¡ nos regala es más parecido a pasear con ella mientras la ciudad se rinde a su pedigr¡ provocador. Con un humor afilado, nos cuenta su vida como una amiga que ha tomado unas copas de más. Vemos a los jóvenes de L.A. a través de los ojos de una Eve adolescente tumbada en Venice Beach, compartimos viajes de LSD regados con champán en el Chateau Marmont en compa?¡a de futuras estrellas del rock y nos enamoramos de esta bonne vivante capaz de dedicar un cap¡tulo a los mejores tacos de la ciudad. El otro Hollywood es el universo de una chica que adoraba las fiestas tanto como los libros de Henry James, Colette o Virginia Woolf. Es el para¡so de una joven que se entregó a la provocación y el ensue?o de una ciudad que fue su razón de ser. Es, por encima de todo, la historia de una mujer que, en esa sociedad hipnótica y volátil, entendió las ventajas que comportaba mantenerse fiel a s¡ misma.La cr¡tica ha dicho...
«Su vida es tan notoria que parece un crimen admitir que s¡, que es la primera vez que oyes a hablar de Eve Babitz.»
TheGuardian «Si no fuera tan condenadamente encantadora, envidiar¡as profundamente a Eve Babitz. El suyo es un encanto sin esfuerzo que brilla en un estilo franco y moderado, conciso pero sin prisas.»
The New York Times «La prosa de Eve es lo que Chet Baker al jazz, con su estilo ligero, aireado, l¡rico pero también r¡tmico, desapegadopero sensual. Nació para esto. O lo parece, consu escritura elevada pero callejera, brillante, exuberante, alegremente hedonista. L.A. en su forma más pura e idealizada.»
Vanity Fair «Lo que realmente diferencia a Babitz de escritores de Los Angeles como Joan Didion o Nathanael West es que no importan las crueldades que tenga que afrontar, una parte de ella todav¡a cree en la fantas¡a de Hollywood, siente su magnetismodel mismo modo que un norteamericano del Medio Oeste se lanza esperanzado hacia la costa para perseguir sus sue?os de pel¡cula.»
Los AngelesReview of Books
