En un momento como el actual, con el descontento hacia la clase polÃtica creciendo a pasos agigantados, apenas quedan figuras capaces de sortear el desprestigio que asola a nuestros gobernantes. Y sin embargo, la leyenda de Adolfo Suárez, el piloto de la Transición que asombró al mundo, no ha dejado de crecer.
Suárez gobernó con audacia y valentÃa un paÃs que estaba cambiando de piel, abordó con entusiasmo el reto de desmontar la dictadura para construir un nuevo estado democrático, y a pesar de ello, el hombre que mejor representa el espÃritu de la Transición terminaba su aventura polÃtica traicionado por sus propios camaradas. La dimensión del cambio que habÃa protagonizado levantó pasiones enfrentadas, y una enorme ingratitud para la que no estaba preparado.
A medio camino entre la biografÃa y la crónica, Fernando Onega recupera en este libro los recuerdos que fueron diluyéndose en la memoria de Suárez, y nos ofrece su homenaje personal a un polÃtico inolvidable.
«Fernando Onega no tiene ninguna duda a la hora de definir al hombre de estado que, junto al rey, alumbró la democracia: "Suárez es el último héroe nacional".»
El PaÃs
